Algunos pensaréis que este no es titular para un Sábado de entrenamiento pedricero, pero es que verdad, yo la vi volar, a más de treinta metros sobre nuestras cabezas!…
A una semana vista de que muchos del grupo Bandoleros vayan a disfrutar de la isla del Hierro y de que yo muera de envidia, decidimos hacer un entreno que nos matase por las condiciones de hielo-viento huracanado que presentaba nuestra querida sierra.
Decisión sensata hacer el entreno por La Pedriza del Manzanares. Además contábamos con la presencia del grupo de Bandoleras que cada vez es más numeroso y lo seguirá siendo, tiempo al tiempo… 😉
Ellas harían otra ruta, pero nos juntaríamos entre riscos. Salimos del Tranco dirección Canto Cochino (lo que viene siendo “Oing, oing”, porque no se como más va a cantar un cochino).
Desde allí primera subida a ritmo vivo hacia la Gran cañada y después a la pradera del Yelmo, donde no es que hiciera viento, es que el viento estaba pasando el fin de semana allí y nos lo hizo saber a base de bien.
Yo llevaba gorra al igual que otros bandoleros y decidí girármela para evitar que saliera volando. Miré atrás a otro Bandolero que la llevaba también y en ese mismo instante yo la vi volar!. Salió despedida de su cabeza en una trayectoria ascendente hasta subir a la cumbre del Yelmo (bueno, casi), para después lanzarse en picado a unos cientos de metros de donde estábamos, entre los arbustos que bordean la base de la mole granítica. Salió en su busca, pero… yo no esperaba que estuviera con vida, semejante vuelo y caída mataría cualquier gorra, daba igual que estuviera bien entrenada. No sobrevivió. Casi es lo mejor, si hubiéramos encontrado su cuerpo hubiera sido un lastre llevarla con nosotros. Quedó donde toda gorra de Trailrunner quiere terminar sus días, en la Montaña. Descanse en paz. :´(
Una parada en una de las cuevas para salir del huracán y rezar un responso, pero no sirvió de nada, el viento se colaba.
Así que continuamos hacia el Collado de la Dehesilla, dejándonos literalmente la piel de las piernas al hundirnos en la nieve, que tenía una costra helada, lacerante. En cuanto te hundías actuaba como cuchillas que te hacían cortes en las espinillas.
Y como ejemplo, una foto de las piernas de un compañero que me ha pedido seguir en el anonimato, así que Chelis, estate tranquilo que no digo que son las tuyas. 😉
En esa parte mucho hielo, mucho viento y muchos resbalones. Bajamos hacia el Refugio Giner y los gritos de una Bandolera (Nerea, tampoco diré tu nombre, tranquila) nos hace parar en seco y ver como dejó las mallas, tras engancharse con unas jaras. Media nalga al aire, risas de todos incluidas las suyas y la genial idea de taparse con un buff.
Gracias a ello no acabamos todos en “chirona”, porque imaginaos 11 tíos corriendo detrás de una chica con las mallas desgarradas y medio culo al aire, cualquiera que nos viera pensaría que la estábamos forzando y se nos había escapado, jajajaja y yo no quiero más problemas con la policía, jajaja
Subimos hacia Cuatro Caminos sin coger la línea 1 del Metro y de allí al Collado Cabrón (eso no se dice niñ@!), de nuevo a Canto Cochino y por puro vicio subimos de nuevo la Gran Cañada, donde unos pocos decidimos esperar a Las Bandoleras que bajaban del Yelmo, mientras mirábamos las nubes ovniculares que parecían observarnos desde arriba.
Como aceleraron al oír los gritos de “Vamos Bandoleraaaas”! 🙂 Foto con ellas y a bajar!!!!.
Decidí soltar a Dudo y disfrutar de ésta la última bajada del día. Allí abrazos, besos y Post. Como buen ritual.
Echamos de menos los gritos y alegrías del infatigable David, que está lesionado, pero con su fuerza de voluntad se pondrá bien ya mismo. Con el ansia que le caracteriza por devorar kilómetros serranos intentó venirse, pero su cuerpo dijo no y hay que escucharle. ÁNIMO DAVID!!!
Si queréis ver más fotos que realicé, pinchad aquí.
Crónica y fotos del gran Ander pinchando aquí
Las fotos de la salida Bandolera de Chicas (gracias a Memphis), pinchando aquí
Y el reportaje fotográfico de otro grande, Chelis Valle, pinchando aquí
Lo de «no quiero más líos con la policía» me ha hecho soltar una carcajada… Vaya ruta chula que os marcásteis. Lo de la nieve con la costra de hielo ya lo sufrí yo el viernes, es de lo peor, o patinas o te hundes y te quedas atascado, todavía tengo agujetas de sacar bastones 😉
Esos bandoleros!
Lo de los líos con la policía no lo entenderán todos lo que lo lean, jejeje. Anímate a un entreno! 😉